Por Guillermo
Durante la Guerra de la Independencia Griega (1821-1829) se produjo un curioso hecho cuando las tropas griegas enviaron un gran número de balas a sus enemigos, los soldados turcos, que se encontraban sitiados y sin munición en la Acrópolis de Atenas.
La explicación a este inédito comportamiento no es otra que un extraordinario gesto de romanticismo y autosacrificio por parte de los soldados griegos en pro de la salvaguarda de su patrimonio e identidad cultural.
Y es que, a medida que el cerco se iba estrechando durante el sitio de la Acrópolis, las tropas otomanas veían que su munición se agotaba.
Los turcos decidieron entonces empezar a desmantelar distintas secciones del Partenón para extraer las piezas de plomo y derretirlas para hacer balas.
Los griegos, conscientes del dilema, optaron por ofrecer sus propias balas a los sitiados a cambio de no seguir dañando el Partenón... y así lo hicieron.
Los arqueólogos estiman que durante los dos asedios que sufrió la Acrópolis en la Guerra de la Independencia Griega, al menos 520 bloques del Partenón fueron dañados o destruidos.
Doscientos años después, Grecia continúa defendiendo y reclamando su patrimonio e identidad cultural, en este caso al Gobierno Británico y al British Museum, que se niegan sistemáticamente a devolver a su lugar de nacimiento los Mármoles del Partenón, o Mármoles de Elgin, saqueados entre 1801 y 1805 por Thomas Bruce, séptimo Conde de Elgin.
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Fuentes y más información: The Parthenon: from antiquity to the present, The Parthenon, The Boston Globe (1 de abril de1999), The Elgin Marbles: Should They Be Returned to Greece (página 11)
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Un gustazo volver a leerte, curiosísima historia Guillermo, un saludo.
ResponderEliminarEl romanticismo y el autosacrificio seguro que no fue idea de los destinatarios de las balas.
ResponderEliminarA veces hay que reconocer que ciertos tesoros están más seguros y accesibles lejos de su origen.
Gracias Javier, por aquí estamos de nuevo. Un saludo.
ResponderEliminar@Anónimo: Tal vez en 1812, pero ¿por qué casi 200 años después han de seguir lejos de su origen?. Saludos.
Curioso artículo.
ResponderEliminarInexplicable el que Gran Bretaña no devuelva lo robado. Aunque si lo contrario cundiera, muchos museos nacionales se quedarían desiertos :-)
En el otro extremo están los taliban, cuya guerra comenzó destuyendo los budas de Bamiyán.
ResponderEliminarGran artículo Guillermo, para no variar.
ResponderEliminarY saliendome un poco por la tangente, ¿no te has pensado abrir una cuenta de twitter para tenerte más controlado?
Simplemente dando ideas ;)
Gracias Milhaud, es una idea que estoy barajando pero que también la voy dejando por falta de tiempo.
ResponderEliminarUn saludo :)
Vaya, qué interesante. Además permite ver con otros ojos el típico argumento de "no, es que los griegos no cuidaban su patrimonio"
ResponderEliminarMillan Mozota
Hola:
ResponderEliminarUna historia muy curiosa.
Respecto al debate sobre la devolución, yo también pienso que están mejor en el British Museum, que es lo que los ha salvado de volar por los aires, igual que tantas tumbas egipcias se salvaron del saqueo gracias a los arqueólogos extranjeros. Los restos que hoy día no pueden apreciarse son aquellos que fueron saqueados por los propios lugareños antes de que se pusieran de moda las expediciones arqueológicas. Cuantas tumbas egipcias han aparecido saqueadas y con su contenido irremediablemente" perdido???? Puedes llamar "saqueador al lord inglés que se llevó los restos, pero sin su "saqueo" habrían sido destruidos en lugar de mostrarse al público y eso es innegable y en mi opinión, están mejor en un lugar dónde se pueda acceder a ellos libremente, y en manos de personas que han demostrado que saben conservarlo y gracias a los que han llegado a nuestros días.