Las bibliotecas de la época medieval tenían que ingeniar curiosos métodos para que aquellos elaborados y valiosos libros, a la vez que pudieran leerse, permanecieran fuera del alcance de los ladrones o, por lo menos, disuadieran su “animus robandi” (el latinajo es mío) :)
Por Guillermo
Hoy traigo dos ejemplos de estos métodos utilizados:
Libros con cadenas
Un extremo de la cadena se fijaba en la portada de cada libro, y el otro extremo se encajaba en una barra que recorre la parte inferior de cada estantería. El “sistema antirrobo” permite que un libro se tome de la estantería y se lea en el escritorio, pero no puede ser retirado más allá de éste.
Una de las bibliotecas encadenadas más famosas y mejor conservada es la Biblioteca de la Catedral Medieval de Hereford, Inglaterra.
Maldiciones
Maldiciones como esta, del Monasterio de San Pedro en Barcelona, fueron ampliamente utilizadas en todo el periodo medieval:
“Para aquel que robe un libro de la biblioteca haz que se convierta en una serpiente en su mano, y que lo desgarre en pedazos.
Haz que sea atacado de parálisis, y que todos sus miembros exploten.
Haz que languidezca en dolor, pidiendo a gritos piedad, y haz que no haya final para su agonía, hasta que se hunda en solución.
Haz que los gusanos del libro royan sus entrañas, en advertencia del gusano que no muere, y cuando vaya a su castigo final, haz que las llamas del infierno lo consuman para siempre. Amén.”Solo de leerla se te quitan las ganas de rozar un libro… por si acaso :)
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Fuentes y más información: En “The Care of Books”, en The Chained Library of Hereford Cathedral, en despectacledlibrarian, y en Bibliotecarios y Bibliotecas (PDF)
Relacionado: WTF Medieval (Siglo XIII)
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Además de las cadenas y las maldiciones, via twitter me envia @lunabueno otra buena manera de disuadir... la excomunión XDD
ResponderEliminarhttp://3.bp.blogspot.com/_GR4sARq6mmY/S0uOK5jOf0I/AAAAAAAAAxw/g2yQ_hJvckI/s400/excomunion.jpg
Hola Javi
ResponderEliminarAsiduo lector de su blog, celebro siempre sus artículos. Este no lo entiendo mucho. Una cosa es la seguridad en una biblioteca y otra, las cadenas a la cultura. Terminada la lectura, no veo un simil entre el texto y el primer párrafo.
Particularmente en mi país, se dice se lee poco y además, de lo poco que se lee, pues el lector no entiende mucho. Lo anterior, demanda acciones muy decididas de parte de los gobiernos. Lamentablemente, es poco lo que todavía se hace.
Hay si un detalle, la Biblioteca Nacional del Perú, ha sido víctima de robo sistemático. Hay muchos volúmenes dados por perdidos. No hay dinero incluso, para la adquisición de elementos de seguridad como las video cámaras.
En mi país, se dice se lee poco (me pregunto, como harán esa medición), se dice que tenemos baja comprensión lectora, y de los pocos libros (los llamados incunables y primeras ediciones) pues se los roban sin mas.
Saludos
Carlos el baterillero
Curiosa la historia. Mientras la iglesia persiguió por muchos años la brujería, se permitía usar maldiciones para disuadir a los ladrones.
ResponderEliminar¡Maldición! no se ven las imágenes. ;-)
ResponderEliminarEn la Biblioteca de El Escorial, hay un letrero en la puerta que dice que se excomulgará automaticamente a aquel que ose robar un libro de allí.
ResponderEliminarLa más conocida es la de la biblioteca de la Universidad de Salamanca: http://www.flickr.com/photos/24665105@N06/3887564295/
ResponderEliminarBiblioteca Antigua de la Universidad de Salamanca:
ResponderEliminar“Hay excomunión reservada a su Santidad contra cualesquiera personas que quitaren, distrajeren, o de otro cualquier modo enajenaren algún libro, pergamino o papel de esta biblioteca, sin que puedan ser absueltos hasta que esta esté perfectamente reintegrada”
http://www.bibliofiloenmascarado.com/2008/12/01/excomulgado-por-robar-un-libro/
Hombre, pues no me parecen nada mal los métodos antirrobo en las bibliotecas: ayudan a evitar que desaprensivos priven del placer de la lectura o de la capacidad de consulta a otros lectores o investigadores necesitados. A estos ladrones del bien común les impondría la pena de muerte por dañar tan gravemente el derecho a la cultura del prójimo. En resumen: que rule.
ResponderEliminarInteresarse por leer un libro es una cosa... ¡Pero no hay por qué robarlo!
ResponderEliminarEs curioso cómo se las ingeniaban para que no robaran. Hoy en día todo está automatizado y nadie se queja, supongo que también son menores los robos a las bibliotecas y también que hay muchas maneras de obtener cultura.
ResponderEliminarDetenido el alcalde de Belén por recalificar el portal. Los Reyes Magos están implicados. El niño nacerá en 1 chalet. Papá Noel se presenta como fiscal.
ResponderEliminar¡Feliz Navidad para ti y tus lector@s!
De hecho en los mismos monasterios se dejaban libros encadenados a la pared del claustro para que los monjes pudieran leerlos y no robarlos.
ResponderEliminarEn el caso del 'monestir de Poblet', uno de los monasterios en activo más importantes de Europa y que durante el medievo tuvo una grandiosa inlfuencia en toda Catalunya, los agujeros de las paredes dejadas por los soportes de las cadenas estan situados en el lado este del claustro, donde no da el sol de mañana ni mediodia pero si el de tarde, permitiendo al monje poder leer con comodidad durante todo el dia.