martes, 16 de abril de 2013

Cuando Pepsi Cola compró submarinos de guerra a Rusia (1989)

En 1989, Donald M. Kendall, Presidente del Comité Ejecutivo de PepsiCo, dijo en tono de burla a Brent Scowcroft, Consejero de Seguridad Nacional de George H. W. Bush:
“Estamos desarmando a la Unión Soviética más rápido que vosotros”
Por increíble que pueda parecer, Kendall tenía contundentes razones para bromear de tú a tú con la Seguridad Nacional norteamericana, puesto que Pepsico acababa de comprar a la Unión Soviética 17 submarinos de guerra, un crucero, una fragata y un destructor.

Nikita Khrushchev bebiendo Pepsi (Moscú, julio de 1959)

Por Guillermo


La especial relación de Pepsi con Rusia comenzó en julio de 1959. Richard Nixon y el líder soviético, Nikita Khrushchev, se encontraban inaugurando la Exposición Nacional Americana en Moscú.

Nuestro joven y aventurado ejecutivo Donald M. Kendall, había instalado allí un quiosco ambulante de Pepsi.

En un momento determinado, Nixon y Khrushchev iniciaron un debate acerca de los beneficios del comunismo frente al capitalismo y viceversa.

Kendall notó que el líder soviético se enjugaba la frente, y literalmente se precipitó sobre él ofreciéndole un refrescante vaso de Pepsi fría.

La fotografía resultante, con Khrushchev bebiendo la Pepsi (fotografía de arriba) fue el mejor anuncio publicitario imaginable, máxime en un país donde estaba prohibida la propaganda capitalista.

Kendall continuó trabajando, y en 1972 negoció un acuerdo de trueque con el gobierno soviético para obtenerlos derechosexclusivos de Pepsi Cola en Rusia, a cambio de los derechos exclusivos de distribución del vodka Stolichnaya en EE.UU., con lo que Pepsi obtuvo la distinción de ser el primer producto de consumo occidental que se elaboró y se vendió en la Unión Soviética.

En la década de los ’80, Pepsi tenía ya 21 plantas, y quería abrir 26 más.

Pero hacer negocios con Moscú no era fácil, y en el marco de las negociaciones para continuar con los derechos exclusivos de Pepsi Cola en el mercado soviético, y la apertura de nuevas plantas, Kendall tuvo que negociar que PepsiCo adquiriera en 1989 la flota de obsoletos submarinos y barcos de guerra rusos.

Y así fue como la compañía PepsiCo, dueña de 17 submarinos de guerra, hipotéticamente se convirtió en algún momento de la historia, en la séptima potencia mundial en flota submarina convencional, de acuerdo con el listado de países por su nivel de equipamiento militar.

El destino de aquellos barcos y submarinos fue el desguace y su venta como chatarra.

Me gustaría terminar este artículo con una frase de nuestro protagonista de hoy, Donald M. Kendall, Presidente y co-fundador de PepsiCo, y que alguna que otra vez he dejado caer por twitter:
“El único lugar donde el éxito viene antes que el trabajo es… en el diccionario”
Fuentes y más información: PepsiCo´s Donald M. Kendall talksaboutRussiaThe New York Times, 10/05/1989, Actuarialoutpost y en los enlaces del propio artículo.

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9 comentarios:

  1. Qué genial la historia !! Me ha encantado

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  2. ¡Mierda! ¡Me olvidé de comprar el portaaviones!

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  3. Lamentable la de sobornos que debió haber

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  4. genial artículo, una historia muy interesante

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  5. Parece el boceto de ¡Un, dos, tres! de Billy Wilder...

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  6. 17 submarinos y unos 500 paracaidas!!!

    (que buen chiste es ese)

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  7. Curiosa historia. Una vez más el pasado no dejará de sorprendernos. Al final, tanto en el pasado como hoy día, las empresas fuertes tienen más poder que los gobiernos

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